Reto 5. Primeras valoraciones (1)

Saco-capelina con cremellera

Reto 5 finaliza a unos 160 Km de la salida, en Abadín (Lugo) tras 2 días y 6 horas de lucha contra los elementos. En ese punto se habían alcanzado 3 fuentes: las del Ulla, Tambre y Eume. Faltaban aún otros 2 nacimientos y 5 cumbres, unos 220 Km que debían ser realizados en 2 días y 23 horas para que se cumpliera uno de las 5 partes del reto: no superar los 5 días y 5 horas de duración de la travesía.
La cuarta fuente (Miño) se encontraba tan solo a unos 20 Km y, la quinta y última, a 37 de Abadín, quizás una de las más singulares y llamativas junto con la del río Miño.
La decisión de abandonar estuvo motivada por el convencimiento de que no podría superar las previsiones meteorológicas durísimas de los próximos tres días, teniendo en cuenta el estado de mi limitado equipo: la manta impermeable estaba mojada por su cara interior desde el anterior vivac, y la parte frontal del mono, mi única prenda de vestir,  muy empapada también, desde los pies  hasta casi el pecho.
Tuve muy claro que en esas condiciones no podría continuar adelante sin dinero y con la autoimposición de no entrar en ningún albergue, establecimiento público o vivienda del camino, donde poder secar la ropa durante un par de horas, al abrigo de un techo, únicos lugares donde no reina el imperio del frío y la humedad.
Cuando decido entrar en el Restaurante Niza, en el centro de la villa, arrecia aun más la lluvia y sucumbo definitivamente a la tentación. Allí dentro no caía agua de arriba y seguro habría  calor humano y buena temperatura, y café caliente... Solo tenía que hacer una llamada a cobro revertido y esperar a que llegara mi mujer para que pagara los gastos ocasionados en aquél paraíso, antes de que me llevara a casa, donde seguramente estaría la chimenea encendida y algún gato pegado a ella, en la cesta o sobre una silla, a la altura del cristral refractario, donde se capta mejor la beneficiosa radiación.
Antes de tomar la dura decisión y, para aceptar mejor la derrota, busqué una escusa que nada tenía que ver con mi estado físico objetivo y con el de mi equipo. "Suso, no le debes nada a nadie, ni tienes con nadie ninguna obligación, así que haz lo que mejor creas, o lo que mejor sea para ti". 
Seguir hacia adelante no tenía mucho sentido, ya que, como mucho, hubiera llegado a Muimenta, ya entrada la noche, con un plástico y una linterna frontal en la cabeza, sin ninguna posibilidad de poder montar el segundo vivac bajo la lluvia, con la ropa y la parte interior de la capa empapadas.

Comentarios

salvatore matasanos ha dicho que…
Derrota nunca... aprendizaje suso

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